PARIS, 4 Jun. (EUROPA PRESS) China lanzará en los próximos años su primer satélite de exploración solar, lo que pondrá fin a la dependencia de otros países en este terreno. El Observatorio Solar Avanzado Espacial (ASO-S por sus siglas en inglés) ayudará a que los científicos comprendan la causalidad entre los campos magnéticos, las fulguraciones solares y las eyecciones de masa coronal, informa la agencia Xinhua.
En total, China planea lanzar cinco satélites durante los próximos cinco años como parte de su programa de ciencia espacial, incluido también el observatorio del clima espacial SMILE junto a la ESA.
SMILE (Solar wind Magnetosphere Ionosphere Link Explorer) investigará la interacción entre el escudo protector de la de la Tierra – la magnetosfera – y el viento solar supersónico, para contribuir a la comprensión del clima espacial y, en particular, los procesos físicos que tienen lugar durante la interacción continua entre el viento solar y la magnetosfera.
Esta misión será lanzada en 2021 hacia una órbita muy inclinada, elíptica que lo llevaría a casi un tercio de la distancia a la Luna. Esta órbita sería confiable para hacer observaciones continuas de las regiones clave en el espacio cercano a la Tierra.
Otros satélites se centrarán en el análisis del reciclaje de agua y la exploración de agujeros negros, según Wu Ji, director del Centro Nacional de Ciencia Espacial, dependiente de la Academia de Ciencias de China.
Así, MIT, el explorador del acoplamiento magnetosfera-ionosfera-termosfera, investigará el origen de los iones de flujo ascendente y su sistema de aceleración y pretende descubrir el mecanismo clave para la conexión entre la magnetosfera, la ionosfera y la termosfera.
WCOM, siglas de Water Cycle Observation Mission, constituye un intento de comprender mejor el ciclo del agua de la Tierra mediante la toma de medidas simultáneas y rápidas de parámetros clave tales como la humedad del suelo, la salinidad del océano y la evaporación de la superficie oceánica.
La sonda Einstein tendrá la tarea de descubrir agujeros negros durmientes en todas las densidades de masa astrofísicas y otros objetos compactos a través de regímenes transitorios de alta energía.