No se tenían noticias del rover europeo desde que se disponía a aterrizar hace once años sobre la superficie del Planeta rojo
La sonda Mars Reconnaissance Orbiter (MRO) de la NASA ha encontrado sobre la superficie de Marte los restos del Beagle 2, un rover británico de la misión Mars Express de la Agencia Espacial Europa (ESA), del que no se tenían noticias desde que fue liberado por su orbitador para aterrizar en el Planeta rojo hace once años, en diciembre de 2013. Hasta el momento, todos los intentos por comunicarse con el vehículo habían resultado infructuosos y no se sabía nada del artefacto.
El Beagle 2, del tamaño y el aspecto de un cubo de basura con tapa, iba a ser el primer rover colocado en otro mundo por el Viejo Continente. El 19 de diciembre de 2013, fue lanzado por la nave Mars Express sobre Isidis Planitia, una inmensa llanura cerca del ecuador marciano, donde debía aterrizar el día de Navidad. Sin embargo, los técnicos que intentaban contactar con el rover no lograron saber si el aterrizaje tuvo éxito: solo recibieron silencio, un silencio que se ha mantenido hasta ahora. Los científicos sospecharon que el rover no había soportado la caída y se había roto. [¿Por qué se perdió el Beagle 2?]
Ni los radiotelescopios basados en tierra ni la Mars Odissey, la nave de la NASA en órbita marciana desde 2001, consiguieron establecer contacto. Hasta ahora. En una concurrida rueda de prensa en la Royal Society de Londes, científicos espaciales han confirmado que el módulo ha sido encontrado. «El Beagle 2 ya no está perdido», ha dicho David Parker, director ejecutivo de la ESA en Reino Unido. Según explicó, existe una «buena prueba» de que la nave espacial aterrizó con éxito en Marte en la fecha debida, el 25 de diciembre. Y lo hizo a tan solo 5 km del punto previsto.
Despliegue parcial
Ha sido la cámara HiRISE de la MRO, que buscaba activamente al Beagle 2 desde hace varios años, la que ha localizado al rover gracias a una nueva técnica de procesamiento de imágenes, con la que puede detectar objetos tan pequeños incluso de 5 cm. en la superficie marciana. El equipo de HiRISE ya encontró también las sondas gemelas Viking que aterrizaron en Marte en la década de los 70 y ha fotografiado a los rovers Phoenix, Curiosity y Opportunity de la NASA.
Las imágenes muestran el módulo de aterrizaje en lo que parece ser una configuración parcialmente desplegada, con solo uno, dos o como máximo tres de los cuatro paneles solares abiertos, y con el paracaídas principal y lo que se piensa que es la cubierta posterior con su paracaídas todavía unido cerca. El tamaño, forma, color y separación de los objetos son consistentes con el Beagle 2 y sus componentes de aterrizaje. También se han identificado restos que parecen bolsas de aire que amortiguaron el aterrizaje, y posiblemente el escudo térmico delantero.
El despliegue parcial explica por qué nunca se recibieron señales del módulo de aterrizaje, ya que se necesitaba un despliegue completo de todos los paneles solares para exponer la antena de radio para transmitir datos y recibir comandos desde la Tierra. De esta forma, «no había manera de que pudiéramos comunicarnos con la sonda, ya que la antena de radiofrecuencia estaba bajo los paneles solares», ha explicado el profesor Mark Sims, director de la misión en la Universidad de Leicester. «La causa del fracaso es pura especulación, pero podría haber sido, y probablemente lo fue, mala suerte», ha añadido. Desafortunadamente, en las actuales condiciones no hay posibilidad de revivir al Beagle 2.
«Un fracaso heroico»
El Beagle 2, construido por científicos británicos con un presupuesto de unos 60 millones de euros, recibió su nombre del barco en el que navegó el naturalista británico Charles Darwin. Estaba destinado a realizar experimentos para detectar signos de vida presente o pasada en Marte, según informaron en su momento los responsables de los programas científicos de la misión. Para ello llevaba a bordo un instrumento de perforación.
El famoso astrónomo británico Martin Rees ha elogiado al rover, a pesar de su trágico final, y a su creador, el excéntrico y entusiasta Colin Pillinger de la Open University, fallecido hace menos de un año. «Fue un fracaso, pero un fracaso heroico», ha dicho. Las nuevas fotos del Beagle 2 pueden ser de gran interés para los científicos, para preparar futuras misiones a Marte y evitar cometer los mismos errores. Los expertos creen que el legado de este artefacto es su tecnología miniaturizada, que ayudará a dar forma al rover ExoMars en 2018 y otras misiones espaciales.
Fuente: ABC.es