Cada año, cerca de 6.000 personas se inscriben como candidatos.
A la fecha, la Nasa contrató 338 astronautas. No parecen muchos. Sobre todo teniendo en cuenta que alrededor de 6000 personas se inscriben como candidatos al año.
¿Qué pruebas se toman? ¿Qué antecedentes se tienen en cuenta?
La evaluación ha cambiado desde 1961, año del primer vuelo piloteado por un astronauta y coordinado por Nasa. El énfasis pasó desde las habilidades para pilotear aeronaves a las calificaciones académicas.
Calificaciones preliminares
Tanto civiles como personal militar estadounidense pueden ser considerados para aplicar al programa de entrenamiento de Nasa. Ambos deben recorrer el mismo camino de evaluaciones.
– Lo primero es contar con un diploma universitario que acredite al menos cuatro años de estudio en una carrera de ingeniería, biología, física o matemática.
– Además, el candidato tiene que contar con al menos tres años de experiencia profesional en el campo de estudios, o al menos mil horas de vuelo.
– Un certificado universitario de posgrado puede reemplazar los años de experiencia solicitados, de esta manera: una maestría equivale a un año de experiencia y un doctorado equivale a tres años de experiencia.
– También, el candidato tiene que aprobar un examen médico, que incluye un examen de vista (20/20 en cada ojo, tanto para visión distante como cercana), presión sanguínea que no exceda 140/90, medida en posición sentada, y una altura de entre 1,57 metros y 1,90 metros.
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Una larga, larga evaluación
Después de evaluar estas candidaturas preliminares, la Nasa realiza, durante una semana, entrevistas a un número de candidatos variable en los que puede estar interesada. Y empieza la evaluación en serio.
La Nasa elige un grupo de candidatos y los envía a la Oficina de Astronautas del Johnson Space Center en la ciudad de Houston, Texas. Allí, los candidatos pasarán por un proceso de examinación que dura dos años.
Los aspirantes a astronautas deberán completar entrenamiento militar de supervivencia. Este incluye:
– Un examen de natación. Tienen que nadar 75 metros sin parar, y después volver a nadar 75 metros con un traje de astronauta y zapatillas -no hay límite de tiempo-.
– Además, tienen que poder patalear en el agua durante 10 minutos, usando el traje de astronauta.
– Los candidatos también son expuestos a problemas asociados con presiones atmosféricas altas y bajas dentro de cámaras especiales, donde deberán aprender a manejar los problemas físicos que surgen en esas condiciones.
– Además, los aspirantes son expuestos a la microgravedad de un vuelo espacial dentro de un jet modificado especialmente para la tarea. El jet realiza maniobras parabólicas que producen períodos de microgravedad durante alrededor de 20 segundos. El jet vuelve a la altitud original y vuelve a realizar la maniobra, que se repite hasta 40 veces en un día.
Por otro lado, los candidatos deberán aprobar una serie de evaluaciones sobre el funcionamiento de los sistemas dentro de la Estación Espacial Internacional, sobre robótica, sobre funcionamiento de vehículos espaciales y sobre el idioma ruso, ya que varios programas espaciales son compartidos con cosmonautas.
Por último, los aspirantes que sean pilotos deben realizar 15 horas de vuelo semanales en uno de los jets T38 de la Nasa. Los que no sean pilotos, por su parte, deben realizar al menos cuatro horas de vuelo mensuales.
¿Qué pasa con los que no quedan?
Después de este período de dos años de exámenes, la Nasa elige a sus nuevos astronautas. En la actualidad, el cuerpo de astronautas de Nasa es de alrededor de 100 personas.
El número más alto de astronautas operativos fue de 149, en el año 2000. ¿Qué pasa con los que no quedan? Son ubicados en distintas dependencias de Nasa.
¿Y qué les espera a los que sean seleccionados este año? Trabajar en la Estación Espacial Internacional, ayudar a construir y volar nuevos vehículos de Nasa, como el Orión, destinado a explorar el espacio profundo, y ayudar a acondicionar la Estación Espacial Internacional para que soporte vuelos espaciales comerciales. Un trabajo para pocos.
Para saber más sobre el programa de entrenamiento de Nasa haga clic acá.
Fuente: Lucas Parera / LA NACIÓN (Caracas) / GDA